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Desde la Blockchain hasta la inteligencia artificial, las grandes empresas farmacéuticas están adoptando una serie de tecnologías innovadoras para agilizar y democratizar procesos, acelerando el desarrollo de curas a enfermedades intratables y mejorando la distribución de medicinas.
La innovación tecnológica es capaz de afectar todos los aspectos de nuestra vida, generando grandes cambios en industrias que van desde el entretenimiento y la educación, hasta la manufactura y el transporte. Pero para muchos, el mayor impacto de la innovación podría verse en la salud.
A pesar de los avances que ha experimentado el mundo de las farmacéuticas en las últimas décadas, se trata de una industria que experimenta un amplio número de retos. Desde escasez de medicamentos, hasta la aparición de enfermedades que simplemente no sabemos cómo curar.
Por eso, cada vez más empresas del sector están apostando a la innovación tecnológica como la estrategia predilecta para optimizar los procesos de trabajo y brindar nuevas alternativas a pacientes alrededor del mundo.
No solo hablamos de robótica para crear y probar nuevas medicinas, sino también de herramientas que permitan un flujo de trabajo más óptimo, como puede ser el desarrollo de nuevos canales de comercialización para asegurar una relación directa entre el paciente y la empresa, o la mejora de la seguridad en las fábricas mediante un sistema de acceso con tarjeta magnética.
Sin embargo, si queremos hablar de tecnologías que realmente están cambiando el juego, es necesario mencionar:
La inteligencia artificial se está colando en la industria farmacéutica, especialmente en lo referente al desarrollo de nuevas medicinas. Para esto se basa en su habilidad para la recopilación y análisis de datos, llevando a cabo un sinfín de pruebas (teóricas) sobre posibles combinaciones químicas que sirvan en el desarrollo de tratamientos.
Si bien estas no son del todo efectivas, ya que necesariamente habrá que llevar a cabo pruebas prácticas para comprobar su efectividad, tienen el potencial de acelerar la creación de medicina para enfermedades que por mucho tiempo se han presentado como incurables.
Con la penetración de los dispositivos móviles y el uso de internet alcanzando picos históricos tanto en España como en el resto del mundo, las grandes farmacéuticas están comenzando a desarrollar aplicaciones para recabar información sobre pacientes y su experiencia con ciertos medicamentos.
Aunque el impacto es limitado en estas primeras fases, de cara al medio y largo plazo, esta información permitirá conocer con mayor precisión los padecimientos que afectan a la población según su sexo, edad, ubicación, entre otras variables, y desarrollar medicina personalizada para cada grupo.
Con el paso del tiempo, como consecuencia del cambio en las regulaciones y el surgimiento de distintas barreras de naturaleza política entre países, la distribución adecuada de medicamentos se ha visto afectada, dejando a miles de pacientes alrededor del mundo sin acceso a tratamientos esenciales.
Desde mantener inventarios actualizados en tiempo real para saber dónde se necesita un medicamento, hasta limitar la compra y venta de medicinas de forma efectiva únicamente a quienes tengan la receta adecuada, son metas posibles gracias al uso de herramientas como la computación a través de la nube, la inteligencia artificial y el big data.
Tecnologías como la Blockchain cimentan las bases de una industria democrática y transparente, creando registros inviolables sobre alianzas entre empresas, registros de pruebas médicas, trazabilidad de la cadena de valor, entre otros.