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La industria farmacéutica y del sector salud ha vivido en 2025 un punto de inflexión. Avances en innovación, cambios regulatorios de gran calado, nuevas estrategias industriales y un impulso sostenido a la biotecnología han configurado un escenario decisivo para el futuro del sector. En este contexto, Cesif-metrodora, escuela de posgrado de referencia en la formación y consultoría especializada en el sector biofarmacéutico ha identificado las 12 noticias que han marcado la agenda del año, seleccionadas a partir del análisis de su claustro académico, integrado por profesionales en activo de la industria farmacéutica, biotecnológica, química, cosmética y alimentaria.
Entre los hitos más relevantes destaca el liderazgo de España en el crecimiento de solicitudes de patentes farmacéuticas, con un incremento del 11,6 %, el mayor de Europa, que confirma el dinamismo del ecosistema innovador nacional y su atractivo para la inversión en I+D.
A este impulso se suma la presentación del Plan Profarma 2025–2026, una de las principales herramientas de política industrial para el sector, orientada a reforzar la competitividad, atraer inversión extranjera y avanzar hacia una mayor autonomía estratégica en la producción de medicamentos y terapias avanzadas.
En el ámbito industrial, 2025 ha vuelto a ser un año de crecimiento. España incorporó siete nuevas plantas de producción farmacéutica en 2024, superando las 180 instalaciones, con un impacto directo en empleo cualificado, tejido industrial y seguridad de suministro.
La innovación ha seguido siendo un eje central. La industria farmacéutica cerrará el ejercicio con más de 1.500 millones de euros invertidos en I+D, ampliando ensayos clínicos, desarrollando tratamientos pioneros y avanzandoen modelos productivos más sostenibles y transparentes, lo que consolida a España como uno de los principales ecosistemas europeos de investigación biomédica.
El debate estratégico también ha estado muy presente. Durante BioSpain 2025, el sector volvió a subrayar la necesidad de revisar políticas públicas para mantener y aumentar el atractivo de España en I+D y producción biofarmacéutica, situando la Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024–2028 como hoja de ruta clave para los próximos años.
En paralelo, la industria biofarmacéutica ha vivido un proceso de mayor concentración estratégica. Aunque el número de acuerdos corporativos ha disminuido, las operaciones realizadas en 2025 han sido de mayor calado, orientadas a consolidar capacidades, talento y posicionamiento competitivo a medio y largo plazo.
A nivel europeo, uno de los anuncios más relevantes ha sido la presentación de la Biotech Act, una nueva iniciativa de la Comisión Europea destinada a reforzar el ecosistema biotecnológico comunitario mediante el acceso a financiación, la aceleración de ensayos clínicos y la simplificación regulatoria, con especial foco en salud y biomedicina.
El ámbito cosmético también ha vivido cambios significativos. La entrada en vigor del Reglamento (UE) 2025/877, que amplía la lista de sustancias clasificadas como carcinógenas, mutágenas o tóxicas (CMR) prohibidas, ha obligado a reformular numerosos productos dermocosméticos, elevando el nivel de exigencia regulatoria. A ello se suma el avance del paquete Ómnibus VI, que persigue simplificar requisitos relativos a productos químicos y cosméticos (etiquetado, clasificación y obligaciones administrativas) sin reducir la protección al consumidor.
Uno de los grandes hitos del año ha sido, sin duda, el acuerdo sobre el Pharma Package, la mayor reforma integral de la legislación farmacéutica europea en más de dos décadas. Esta actualización normativa busca mejorar el acceso a medicamentos, reforzar la seguridad del suministro, reducir cargas burocráticas e impulsar la innovación, con medidas específicas para antibióticos y enfermedades raras.
En el ámbito nacional, España ha aprobado el Real Decreto 942/2025 sobre productos sanitarios de diagnóstico in vitro, adaptando su marco regulatorio al Reglamento (UE) 2017/746 y reforzando la seguridad, la trazabilidad y la vigilancia del mercado, al tiempo que impulsa la innovación en este segmento estratégico.
Por último, la Comisión Europea ha presentado su visión para la agricultura y la alimentación, una hoja de ruta estratégica que apuesta por la innovación, la digitalización y la sostenibilidad del sistema agroalimentario europeo, con impacto directo en la industria alimentaria y su conexión con la salud.
Este análisis sectorial se produce, además, en un año especialmente significativo para Cesif-metrodora que ha celebrado su 35º aniversario reafirmando su papel como escuela de referencia en la formación del talento del sector biofarmacéutico, tras más de tres décadas conectando conocimiento, empresa e innovación, y acompañando a los profesionales que lideran la transformación de la industria.
