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La planta de producción de la compañía biofarmacéutica GSK en Aranda de Duero (Burgos) ha recibido este 5 de junio la visita del embajador del Reino Unido en España, Sir Alex Ellis.
La presidenta de GSK España, Cristina Henríquez de Luna, acompañada por la directora de la planta burgalesa, Carolina Sánchez-Céspedes, han recibido al embajador y a su equipo, y les han acompañado en una visita por las instalaciones.
La fábrica de GSK en Aranda de Duero, que comenzó su actividad hace casi 50 años, tiene un papel estratégico para la compañía multinacional británica. Esta planta da empleo a unas 650 personas y produce más de 170 millones de unidades de medicamentos al año, que se exportan a 100 países de todo el mundo. Su actividad se centra en la producción, empaquetado y suministro de productos de las áreas de Respiratorio, Oncología y VIH, entre otros.
La compañía biofarmacéutica y la Embajada británica en España mantienen una estrecha relación marcada por la colaboración bilateral en diferentes proyectos orientados a retos comunes: adelantarse a la enfermedad para construir un planeta más sostenible y una sociedad más saludable e inclusiva.
Las representantes de GSK España han trasladado al embajador la relevancia de la fábrica de Aranda en el esfuerzo de la compañía por avanzar en la prevención de enfermedades, al tiempo que trabaja para reducir su huella ambiental con un enfoque en el que la sostenibilidad en todos los procesos es un pilar fundamental.
Durante su visita, Sir Alex Ellis ha realizado un recorrido por las líneas de fabricación y acondicionamiento de GSK Aranda, donde se pone de manifiesto el compromiso con la fabricación inteligente mediante el uso de ciencia de datos, robótica e inteligencia artificial, que optimizan la eficiencia de los procesos y la calidad de los medicamentos.
Entre otras instalaciones, los visitantes han conocido el nuevo huerto solar de la planta, formado por más de 6.000 placas solares, que permitirá generar más de 5.700 MWh al año en energía renovable. Esto supone un 30 % del consumo eléctrico actual de la planta y una reducción de casi 1.500 toneladas de emisiones de CO₂.
La incorporación de nuevas tecnologías de producción y avances en sostenibilidad son el resultado de las inversiones continuadas en la planta —unos 20 millones de euros anuales de media— que permiten seguir ampliando las instalaciones, reducir el impacto ambiental y promover prácticas responsables.
La visita del embajador británico sucede a la que ya pudo realizar a principios de año a la sede de la compañía en Tres Cantos (Madrid), donde también pudo conocer el compromiso de GSK a través de su Centro de I+D de Salud Global con enfermedades que siguen representando un enorme reto para la salud mundial, como la malaria o la tuberculosis.
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