Almirall impulsa un nuevo enfoque en dermatología integrando el bienestar psicológico como criterio clínico clave

Durante el congreso, se han compartido cinco presentaciones orales y presentado tres pósteres digitales sobre estudios y ensayos centrados en el impacto psicológico de enfermedades como la psoriasis de leve a moderada en el cuero cabelludo, la psoriasis de moderada a grave y la dermatitis atópica. Los datos presentados demuestran cómo los tratamientos de Almirall pueden contribuir a mejorar el bienestar de los pacientes.

Desde su introducción en 1998, el Índice de Bienestar de cinco ítems de la OMS (WHO-5) se ha utilizado ampliamente para medir el bienestar psicológico. Sin embargo, Almirall es la primera compañía en utilizar el índice WHO-5 como criterio de valoración principal en ensayos clínicos de dermatología médica, lo que supone un avance significativo en la evaluación del bienestar psicológico en pacientes con enfermedades de la piel. Este enfoque subraya el compromiso de Almirall con la integración de resultados comunicados por los propios pacientes (PROs), promoviendo una atención más centrada en las personas.

La psoriasis tiene un impacto profundo en los ámbitos social, emocional y físico de los pacientes. Entre las presentaciones del congreso, Almirall presentó dos nuevos subanálisis del estudio POSITIVE, el primer estudio en vida real que evalúa el bienestar psicológico como criterio principal utilizando el índice WHO-5.

Los datos revelaron que la mayoría de los pacientes con psoriasis moderada a grave experimentaron mejoras en síntomas cutáneos y bienestar psicológico a las 16 semanas de tratamiento con tildrakizumab. Sin embargo, en aproximadamente un 10 % de los pacientes, hubo un retraso en la mejoría psicológica frente a la mejora cutánea —un fenómeno denominado “psicolag”. Estos resultados evidencian la importancia de incorporar la evaluación psicológica junto a los síntomas físicos para un manejo integral. Además, algunos pacientes presentaban malestar psicológico persistente a pesar de una mejora visible en la piel, lo que resalta la necesidad de enfoques integrados que vayan más allá de las métricas tradicionales.

La psoriasis del cuero cabelludo de leve a moderada también representa una carga psicosocial considerable, incluyendo picor, alteraciones del sueño e impacto emocional. Los datos del estudio PRO-SCALP muestran esta carga en la práctica clínica real. El tratamiento con calcipotriol y dipropionato de betametasona con tecnología PAD redujo de forma significativa el picor y los trastornos del sueño, y mejoró el bienestar emocional y la calidad de vida tras solo ocho semanas.

La dermatitis atópica (DA) también afecta de forma profunda al bienestar psicológico. El ensayo ADvantage, en fase 3b y controlado con placebo, evaluó este bienestar mediante el índice WHO-5 como criterio principal. Los resultados mostraron que el tratamiento con lebrikizumab en combinación con corticoides tópicos produjo mejoras sostenidas en el bienestar psicológico desde la semana 16 hasta la semana 52, alcanzando niveles comparables a la población general.

Estos datos reflejan un cambio de paradigma en dermatología, de métricas clínicas objetivas hacia resultados centrados en el paciente, capturando el impacto real de las enfermedades cutáneas. Al integrar estos criterios, los profesionales sanitarios pueden desarrollar estrategias más personalizadas y eficaces.

“En Almirall, estamos comprometidos con el avance de la ciencia de la piel, por ello nos centramos en las necesidades reales de los pacientes y apoyamos a los profesionales sanitarios que los acompañan. Nuestras aportaciones en el marco de este congreso demuestran cómo la integración del bienestar psicológico en la dermatología mejora los resultados clínicos y puede aumentar significativamente la calidad de vida de los pacientes”, señala el Dr. José Cabrera, Senior Director Medical Affairs de Almirall Iberia.

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