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“Tenemos que aprovechar la oportunidad que abre la presidencia española del Consejo de la UE para incluir a la salud, al medicamento y a la industria farmacéutica innovadora que lo hace posible entre los principales temas a tratar”, afirmaba el presidente de Farmaindustria, Jesús Ponce, en el “Encuentro anual de la Industria Farmacéutica Española” que tuvo lugar los días 7 y 8 de septiembre en la Universidad Menéndez Pelayo, en Santander.
Juan Yermo, Ainoa Quiñones, Jesús Ponce, José Manuel Miñones, Carlos Andradas, y Félix Lobo
“La industria farmacéutica es un gran aliado para conseguir el objetivo común de mejorar la vida de las personas y el próximo Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica va a ser el eje sobre el que se desarrolle el futuro del sector”, indicaba el ministro de Sanidad, José Manuel Miñones
El sector lleva meses trabajando con el Gobierno en este plan “que dé a nuestras compañías la estabilidad, predictibilidad y claridad regulatoria que necesitan”, afirmaba el director general de la Asociación, Juan Yermo.
“El momento actual es único para que España y Europa refuercen su papel como centro mundial de I+D y producción de medicamentos, asegurando el carácter estratégico y tractor del sector farmacéutico. De hecho, tenemos que aprovechar la oportunidad que abre la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea en este segundo semestre de 2023 para incluir a la salud, al medicamento y a la industria farmacéutica innovadora que lo hace posible entre las prioridades de este mandato”, resaltaba Jesús Ponce, en la apertura del XXII Encuentro de la Industria Farmacéutica Española.
El Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica fija tres aspectos clave para el sector: asegurar el acceso a la innovación, mejorando los tiempos y la disponibilidad de fármacos innovadores, gracias a un marco estable, claro, ágil y predecible; consolidar el liderazgo de nuestro país en I+D biomédica, con especial atención a la investigación traslacional, alimentando ese camino de ida y vuelta entre el laboratorio y la práctica clínica, y, por último, reforzar también el tejido productivo, apostando por el empleo, el crecimiento y una menor dependencia exterior.
El ministro de Sanidad, José Manuel Miñones indicó que el citado Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica debe ser “el eje sobre el que se desarrolle el futuro del sector”. De hecho, el ministro aseguró que el Plan Estratégico sería ya una realidad de no haber sido por el adelanto electoral. “Nuestro objetivo es presentarlo en cuanto las circunstancias nos lo permitan”, afirmaba.
El ministro se comprometía, además, a desarrollar medidas legislativas y no legislativas que permitan asegurar que la innovación llegue a los pacientes lo antes posible, de manera justa, equitativa y con reconocimiento al valor del medicamento».
Por su parte, Juan Yermo, habló también de otros objetivos: apostar por la digitalización, minimizar la huella medioambiental y promover la prevención, la educación sanitaria y el buen uso del medicamento. “Para alcanzarlos, dependemos en gran medida de políticas gubernamentales adecuadas, de la buena gobernanza del sistema, de una colaboración público-privada efectiva y de una inversión sostenible en sanidad”.
